domingo, 4 de octubre de 2015

Vosotras, cosas pequeñas.



Vosotras, cosas pequeñas
cercanas y cotidianas
ya estáis acostumbradas
a ser por siempre ignoradas
en el reino de las prisas
y de la estupidez mundana.
Por esa fácil inmediatez
sois a menudo despreciadas
como si sólo lo caro y
difícil fuera de gran valor.
Desprecio por ignorancia,
pues vosotras guardáis las
llaves de tesoros milenarios
visibles sólo a los ojos
que en verdad saben mirar.
Y es que en vuestra esencia
 se hallan las virtudes y el
camino que día a día se
aproxima a la esquiva felicidad.
Vosotras, cosas pequeñas,
tan perdidas y olvidadas,
de magia estáis impregnadas
por eso a quienes os estiman
desveláis vuestros secretos,
regaláis vuestra sapiencia,
¿habrá mayor  opulencia?

©Javier Carrasco 2015